«El Consejo de Colegios de Ingenieros Técnicos Agrícolas de la Comunitat Valenciana ha celebrado, durante el mes de noviembre, unas jornadas técnicas en toda la Comunitat Valenciana sobre la Xyllela, una grave enfermedad aparecida recientemente en España, cuyo primer caso se registró en una finca de la Marina Baixa de la provincia de Alicante.
Por el gran impacto que esta enfermedad puede tener sobre las producciones más importantes de la Comunitat Valenciana y también para las del resto de la Península, era exigible una respuesta rápida y colaboración de todos los agentes sociales implicados en el sector, en aras de controlar su afección y evitar su expansión.
Para contribuir en ese esfuerzo común, el Consejo Valenciano y la Consellería de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural de la Generalitat Valenciana suscribieron un convenio para la realización de acciones de divulgación para el control de la Xylella. En ese marco se inscriben estas jornadas técnicas en las que se ha contado con reputados especialistas de Italia (Universidad de Bari) y diferentes expertos y responsables en Sanidad Vegetal de las comunidades autónomas afectadas.
La Xylella Fastidiosa, es una enfermedad provocada por una bacteria extendida por América (norte, centro y sur) y tiene cuatro subespecies (fastidiosa, multiplex, pauca y sandyi). Éstas presentan una gran capacidad de recombinación genética, lo que facilita su mutación y adaptabilidad a diferentes medios. Además, es transmitida por insectos vectores que se alimentan del xilema, por lo que pueden atacar a más de 350 especies vegetales sobre todo olivos, almendros, cítricos, vid, frutales de hueso, plantas ornamentales, etc.
Se detectó por primera vez en 1892 en California, fue catalogada en 1897 como agente causal de la enfermedad de Pearce en la vid y en la década de 1930 se hicieron patentes los primeros daños de esta enfermedad sobre vid, frutales, cítricos y otros cultivos en California (posteriormente manifestados también en el resto del conteniente especialmente en las zonas más cálidas). En Brasil ha afectado especialmente a más de un tercio de su superficie total citrícola y aquí se le conoce como Clorosis Variegada de los Cítricos (CVC).
En las jornadas, se explicó su génesis y los trabajos desarrollados por los diferentes centros de investigación hasta la fecha, con el objetivo de detectar otros posibles vectores, utilización y búsqueda de depredadores eficaces y técnicas de control.
En Europa, se detectó por primera vez en Italia en 2013 en la región de la Plugia sobre plantas de olivo, introducida por una importación de una planta de café ornamental procedente de Centroamérica. Un año después, en 2014 se empezaron a adoptar las primeras medidas de emergencia a nivel europeo.
Esta enfermedad fue transmitida al olivo y actualmente, debido al retraso de la puesta en marcha de las medidas para su control, ya son más de 10 millones los árboles de olivo muertos por Xylella. En la jornada, el experto italiano achacó su rápida expansión a la falta de información y déficit presupuestario, imprescindibles para responder contundentemente tanto a los detractores de las medidas de erradicación, como para hacer frente a las indemnizaciones necesarias a los afectados.
La Xylella en España
En España apareció en las Islas Baleares en noviembre de 2016 e inmediatamente se iniciaron las medidas de erradicación. Estas consisten en que si se detecta un foco aislado se destruyen todas las plantas en un radio de 100 metros a su alrededor, monitorizando en 10km. y estableciendo una zona demarcada.
Si la infección es más generalizada, como ha ocurrido en Baleares, se ponen en marcha medidas de contención, donde solo se arrancan las plantas afectadas pero está prohibido el movimiento de material vegetal con el resto de la Península. Aquí la detección de varias subespecies, el mayor rango de plantas afectadas, su dispersión entre islas limítrofes y su aislamiento del resto de la península (más de 100 km al punto menos distante) han determinado esa modificación de medidas.
Ha resultado muy interesante conocer todos los trabajos desarrollados y especialmente aquellos que están realizándose en manejo de cultivo e introducción de variedades tolerantes a esta enfermedad. Es concluyente que el abandono de cultivos y su manejo deficiente (falta de laboreo, tratamientos, etc.) facilitan la expansión de los vectores y, en consecuencia, la propagación de la enfermedad.
En la Comunitat Valenciana, el primer foco se detectó en almendros en junio de 2017 en Alicante. Una zona con predominio de cultivos de secano y con una estructuras agrarias propias de zonas desfavorecidas (explotaciones pequeñas, población agraria envejecida, minifundismo acusado, exceso de parcelas abandonadas, etc.). La subespecie detectada fue la multiplex cepa XF, que afectaba específicamente al almendro, y el vector principal de su desarrollo fue el P. Spumarius.
Por la gravedad de la situación, en coordinación con las autoridades fitosanitarias comunitarias, española y valenciana, se puso en marcha el protocolo de erradicación estableciéndose una zona demarcada que, hasta octubre, afectaba a una superficie de 87.832 has. Al detectarse un nuevo caso a mediados de noviembre se han ampliado hasta las 101.003 has, afectando a 60 municipios de la zona norte de la provincia. Además del almendro se ha detectado el primer caso en un ejemplar aislado de albaricoquero, y también en arbustos florales como Polygola Myrtifolia, Helichrysum italicum y el Phagnalo Saxatile.
También se instituyeron ayudas indemnizatorias para el arranque de árboles afectados que, por problemas burocráticos de justificación legal de la titularidad de la explotación, no han podido satisfacerse por parte de la Administración. Con la publicación de la ampliación de la zona demarcada también se han flexibilizado las exigencias de justificación de esa titularidad. No obstante, tanto las medidas de erradicación puestas en marcha como las cuantías de las indemnizaciones han sido rechazadas por gran parte de los afectados que las han recurrido administrativa y judicialmente.
Todo ello, ha provocado enfrentamientos y retrasos en los arranques de parcelas afectadas, lo cual ha motivado que la Dirección General de Salud y Seguridad de la Comisión Europea alerte, por la auditoria realizada, que esos retrasos hacen que el riesgo de propagación crezca, concluyendo que solo hasta finales de marzo se habían arrancado un 8% (unos 4.600 árboles) del total de árboles afectados (unos 53.000 árboles) e instando a la Administración a que acelere el arranque. Durante 2018 se han localizado nuevos focos en invernaderos en la provincia de Almería y olivos en la comunidad de Madrid, que hasta la fecha están controlados.
Desde el Consejo Valenciano de Ingenieros Técnicos Agrícolas, defendemos que es preciso y necesario la colaboración y participación activa de todas las partes implicadas (agricultores, organizaciones profesionales agrarias, instituciones público-privadas, Administración, investigación, etc.) en la búsqueda de soluciones para su control.
Creemos que los protocolos puestos en marcha son consensuados y propuestos por los investigadores y técnicos especialistas en Sanidad Vegetal, fruto de estudios y experiencias desarrolladas, y por tanto, a nuestro juicio, indiscutibles. Hemos observado que los recursos movilizados en cuanto a medios humanos y materiales por la Administración son muy cuantiosos y necesarios, pero también tenemos que tener presente que para conseguir los fines perseguidos, la implicación de todos es vital. Esto no se ha conseguido por parte de los afectados, por lo que desde el Consejo estamos tratando de intermediar entre las partes, para desbloquear esta perniciosa situación que solo se logrará si somos capaces de equilibrar y compartir los intereses de las partes.»- Miguel Valdés Pastor.
Miguel Valdés Pastor es presidente del Consejo Valenciano de Ingenieros Técnicos Agrícolas y mutualista de Munitec desde 1977.